Hay una razón científica y aquí te la decimos.
Según las películas de Hollywood, cuando terminas una relación, lo único que se te antoja es estar en tu cama viendo películas tristes y comiendo cantidades enormes de helado, postres y comida chatarra.
En la vida real, cuando terminas una relación, lo más normal es que tu estómago rechace cualquier tipo de antojo.
Según los estudios, esta falta de apetitio se debe a nuestras hormonas que explotan al terminar la relación, sobre todo si no fuiste tú quien lo quiso. Tu ritmo cardiaco aumenta al igual que los niveles de cortisol y adrenalina lo que te genera problemas para dormir y pocas ganas de comer.
Después de algunos días, el hambre regresa, y es ahí cuando llegan los antojos de comida chatarra para aumentar los niveles bajos de oxytocina y el déficit de calorías.
Así que si acabas de sufrir un rompimiento, no te preocupes, ¡el hambre regresará! Pero tranquila, no te vayas a querer comer todo lo que hay en el refri.
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Fuente: Cosmopolitan