Las peores formas de terminar una relación son evidencias claras de que nuestro miedo o apatía pueden dañar a otra persona.
Todas las relaciones de pareja pasan por diferentes etapas. Podemos llegar a pensar que en la transición, entre una y otra, la ruptura es inminente. Sin embargo, vale la pena aprender a reconocer las ocasiones en las que aún podemos luchar por el vínculo. Tristemente, a veces sí nos toca ponerle fin, dado que este no es sano, está afectando nuestra integridad o simplemente ya las malas razones superan a las buenas. Cuando llegue ese momento, hay que saber afrontarlo con valentía y responsabilidad. Por ello, queremos compartir contigo las peores formas de terminar una relación, con el propósito de que las evites a toda costa.
¿Cómo no terminar a tu novio?
A través del ghosting
Esta es, sin duda, una de las peores formas de terminar una relación. En caso de que no lo sepas, el término es un anglicismo que se ha adaptado para las situaciones en que una persona “desaparece” de la vida de otra, sin más. Claramente es un detalle de cobardía, desinterés y falta de compromiso.
Con el apoyo del alcohol
Sí, uno de los efectos del alcohol, a nivel psicológico, es la desinhibición. Muchas personas lo consumen para “darse valor” y hacer lo que sobrios no harían.
Terminar una relación es algo que exige que estemos “en el aquí y en el ahora”, tanto física como mentalmente. Es un momento importante que debemos afrontar, por respeto a la otra persona y a nosotros mismos, con entereza.
Por mensaje
Lo repetimos: la presencia es importante. ¿Por qué? Estar ahí es una forma de hacer saber que la situación no nos es indiferente. Terminar en persona, y no por mensaje, habla de tu madurez y responsabilidad afectiva.
Por teléfono
Digamos que esta forma de terminar es un poco mejor que la anterior, pero, de una u otra manera, no es lo más indicado. Si tienes la opción de ver a tu pareja y decirle de frente el porqué de la ruptura, lo preferible será que optes por ella.
Haciendo todo para que te deje
Consideramos que, de las peores formas de terminar una relación, esta es la más dolorosa. Lo pensamos así porque dicha manera implica un montón de acciones que, seguramente, van a dañar a tu pareja.
Hacer todo para que te deje, por lógica, es orillar a la otra persona a que sea ella quien tome la decisión. Obviamente eso es una muestra de falta de valor y, hasta cierto punto, de crueldad.