Entrevistamos a un especialista en neurociencias para tener un sustento fiable con respecto a si el amor a primera vista existe.
Muchas películas e historias románticas nos han hablado de cómo el amor surge solo de la vista. Sinceramente, nos encanta creer en ello, pues le da un toque mágico a la idea de que dos personas están destinadas a estar juntas. Sin embargo, aterrizando en la realidad, inevitablemente nos preguntamos si de verdad existe el amor a primera vista.
Podríamos decir bastantes cosas de acuerdo a lo que la experiencia nos ha dejado. Imaginamos que tal vez tengas una opinión formada sobre el tema. No obstante, en esta ocasión, queremos apoyarnos en lo que un especialista tiene que decir al respecto.
Con el propósito mencionado, hablamos con Gerardo Sánchez Dinorín, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en neurociencias del comportamiento. Esto fue lo que nos dijo.
¿Qué es el amor?
No existe una definición única del amor, pues, al ser algo universal, bastantes cosas se han dicho sobre este sentimiento que se matiza por estados emocionales cambiantes: a veces agradables, a veces no.
De hecho, podríamos decir que la forma de entender al amor se condiciona por el contexto histórico y cultural en que se presenta. Pero, visto desde la psicología, este sentimiento puede ser entendido a partir de las manifestaciones comportamentales que le acompañan y que contribuyen al fortalecimiento de un vínculo mediante muestras de aprecio, apoyo, deseo, entre otras.
¿Existe el amor a primera vista?
Debemos entender al amor como algo mucho más complejo que la atracción física; la segunda se sustenta únicamente de lo que nuestros ojos registran; el primero, por otra parte, se construye sobre el conocimiento profundo y constante de la otra persona. Entonces, ¿existe el amor a primera vista?
“La respuesta rápida es no. Lo que puedes sentir es una atracción fuerte e inmediata por otra persona, pero hablar de amor y enamoramiento implica conocer muchas áreas de la vida de la otra persona, y si son compatibles o no también con las nuestras”, dice Gerardo Sánchez Dinorín.
Bien, tan sencillo como eso. No más misterio. Probablemente no te haya gustado la respuesta, aunque es mejor tener esto claro y saber a qué estamos sujetos en los asuntos del corazón, ¿no?