La meditación trae muchísimos beneficios, ¿quieres practicarla? ¡Checa esta guía de inicio!
El objetivo de la meditación es calmar tu mente y dejar pasar tus pensamientos, trayendo consigo cierta relajación. Para ello hay tres pasos que debes seguir:
El espacio
Aunque la meditación es mental, conviene elegir un espacio físico para relajarte. Puede ser solo un tapete o frazada para sentarte en el piso, o bien, un cojín o una silla. También hay quienes se sienten cómodos sobre su cama (aunque ahí corres el riesgo de quedarte dormida). Si dispones de una pequeña mesa, complementa tu espacio con un altar para colocar una vela o algún objeto que te ayude a concentrarte. Hay algunas personas que meditan al aire libre, en algún parque cercano o incluso en el roof garden, haciendo de ese sitio su pequeño lugar sagrado (pero ojo, si sales a la calle, alguien deberá acompañarte y estar al pendiente de ti mientras te relajas). Te puede interesar: 7 Sitios mágicos que transmiten una vibra especial
El tiempo
Elige una hora en la que no te interrumpan, por ejemplo, cuando los demás estén durmiendo, ya sea muy tempra- no o por la noche. Si esto no es posible, hazlo cuando estén ocupados o viendo su serie favorita. En estos tiempos de confinamiento suele haber muchas personas en casa, puedes decirles que a una hora determinada reservarás unos momentos solo para ti. Es importante que a esa hora no tengas ningún pendiente ni cosas por hacer, a fin de que tus pensamientos no te distraigan.
La respiración
Debes ser consciente de tu respiración, eso te ubicará en el aquí y el ahora. Colócate en una postura cómoda, ya sea sentada, en flor de loto, o bien, recostada, tratando de mantener la espalda recta. Para empezar, haz tres respiraciones profundas. Luego haz otras cuatro y trata de retener el aire igual número de segundos. Checa que en cada respiración se infle tu abdomen, más que tu pecho. Cuando sea así, estarás lista para elegir la manera de meditar que más te agrade.
Formas de meditar
Mirando una vela
Enciende una vela y fíjate en la llama. En ella, coloca mentalmente los recuerdos o pensamientos negativos que no te dejan en paz; deja que el fuego se los lleve. También puedes imaginar lo positivo en la misma llama para que se llene de energía. Una tercera opción es solo mirarla para centrar tu atención.
Con un punto en la pared o una roca
Al igual que con la vela, mirar un punto en la pared, un ob- jeto especial o una piedra de río te ayudará a no dispersar tu atención mientras meditas. La meditación en exteriores se vuelve más interesante, tienes la opción de observar las nubes, el amanecer o el atardecer.
Con un mandala
Ya sea que lo imprimas, consigas un libro para colorear o tú misma lo dibujes, te será útil tenerlo como fondo mientras haces tu meditación, pues hay muchas cosas que mirar ahí. Si lo prefieres, puedes con- centrarte mientras lo iluminas, a esto último se conoce como meditación activa.
Repitiendo un mantra
Los mantras ayudan a centrar la energía y hay algunos que tienen significados especiales para diferentes intenciones. Averigua algunos o prueba con los siguientes:
OM
Significa unidad, te sentirás conectada con el mundo.
OM HA HUM
Limpia tu mente y espacio de vibras negativas.
OM TARE TUTTARE
aumenta tu fuerza interior.
OM NAMAH SHIVAYA
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