Te sorprenderá descubrir que meditar sirve para mucho y que es fácil de realizar, pero que requiere de buena disposición.
La meditación no es algo raro, ni que deba asociarse con una creencia determinada. Es una práctica increíble, llena de beneficios para tu salud y que, aparte, puede darte una claridad enorme en tu vida. Solo piensa que se trata de una disciplina milenaria que ha llegado hasta nuestros días por buenas razones. Pero, para que lo comprendas mejor, vamos a responder las preguntas de para qué sirve meditar y cómo se hace.
Primero: ¿Qué es la meditación?
La esencia de la meditación consiste en despejar la mente de cualquier distractor, mediante una combinación de técnicas mentales y físicas.
Tal y como decíamos, la meditación se lleva haciendo desde hace miles de años. Sin embargo, la incursión científica, en los beneficios y efectos en el cuerpo, es relativamente reciente.
Hoy, la meditación es algo recomendado por muchos especialistas de la salud física y mental, porque lo positivo que esto trae a tu vida se ha comprobado en múltiples estudios.
¿Para qué sirve meditar?
Lo sabes bien: la vida nos pone muchas veces en situaciones difíciles, donde nuestra templanza y concentración pueden hacer la diferencia entre cometer errores o sacar lo mejor de la adversidad.
Por una parte tenemos eso, mas la cotidianidad, en muchos estilos de vida, supone tener que gestionar niveles de estrés, que igualmente son dañinos para la salud. Ya no digamos lo que ocurre con la depresión o la ansiedad, trastornos mentales serios que, por si fuera poco, son bastante comunes.
La gente que práctica, o ha practicado la meditación, llega a ella para relajarse, reducir la ansiedad y el estrés, y mucho más. Es más, ciertas terapias se apoyan en este hábito, como algunas que buscan dejar atrás la adicción al tabaco.
¿Cómo meditar?
Lo primero que debes de saber sobre esto es que no existe una forma única de meditar. Si bien la intención es la de despejar la mente, hay muchos caminos para llegar a esa meta.
La que te queremos recomendar, por su sencillez, es la que promueve el Centro de Estudios de Psicología. Dicho eso, para meditar:
- Ponte ropa cómoda y busca un lugar tranquilo.
- Siéntate con la espalda recta y sin tensión.
- Lleva tu atención hacia tu respiración.
- Acepta los pensamientos que van surgiendo y sigue adelante, sin juzgarlos ni detenerte en ellos.
Listo, ¿lo ves? Realmente no es muy complicado meditar, y la recompensa vale cualquier esfuerzo. La dificultad es más hacia el momento de adoptar el hábito. Comienza con cinco minutos y, cuando te sientas lista, agrega más tiempo.
