Confía en nosotras, lo único que vas a querer lucir es tu nuevo arete, no una nueva infección.
Esta nota no es para preocuparte, sino para que te quedes tranquila, ¡que tu nuevo piercing se verá tan increíble como lo imaginaste!
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1. Ve con un especialista
Y no, tu BFF que acaba de ver “Juego de Gemelas” no es una. Por más fácil que parezca, un experto es la mejor opción.
2. Resuelve todas tus dudas
El chiste es que lo disfrutes, ¡no que te quedes angustiada! Platica con quien te lo va a hacer antes de que te lo haga, pregúntale cuánto tiempo lleva haciéndolo, qué es lo que debes esperar, cuál es la pieza que más te recomienda, etc…
3. Revisa que todo el material esté esterilizado
Normalmente lo hacen sin que tú lo pidas, pero si no lo hace, pídele al experto que te enseñe todas las piezas que va a usar para ponerte el arete. ¡Tu salud siempre va primero!
4. Pide una pieza hipoalergénica
Algunos materiales pueden ocasionar algún tipo de reacción alérgica, para prevenir esto, pide un arete con esta característica. Además de que te vas a la segura, ¡hay unas súper cute!
5. Debes saber que dolerá un poco
No duele tanto para que te asustes, pero tampoco esperes que no te va a doler en lo más mínimo. ¡Vale la pena y se te pasará en segundos!
6. Estará hinchado algunos días
Recuerda que estás perforando tu cuerpo, por lo que un poco de hinchazón es de lo más normal. ¡Tú tranquila!
7. Tal vez tendrás alguna cicatriz
Será diminuta, pero por si algo decides quitártelo, debes saber que te quedará una marquita. ¡Puedes verla como una nueva peca!
8. Pregunta por los cuidados que debes darle
Asegúrate de que entiendas todas las instrucciones, ¡así no tendrás ningún problema!
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