Se ha llegado a creer que entre más dinero más feliz eres, y que las compras nos llevan a ella, pero, ¿si la verdad es otra?
El tema de la felicidad es un total dilema, pues muchas personas ven de forma diferente lo que nos conduce a ella. Es más, existe también el pensamiento de que esta no es una meta, sino una actitud que adoptamos hacia la vida y hacia el cumplimiento de nuestros objetivos. Sea cual sea tu opinión, es muy probable que alguna vez hayas tenido la creencia de que las compras te hacen feliz. De ahí que el dinero sea tan codiciado, porque nos da acceso a lo que podríamos llamar nuestra “felicidad materializada”.
Para hacer más intrigante este asunto, un estudio reciente nos dice que, con referencia a lo último que mencionamos, la verdadera satisfacción que nos da gastar dinero en aquello que queremos llega a ser mayor cuando destinamos ese recurso a ayudar a otras personas.
La felicidad se comparte
Este estudio científico, publicado en la prestigiosa revista, Nature, nos dice además que en cuestión de dinero, a la larga, no nos hace más felices precisamente la cantidad que poseemos, sino la manera en cómo decidimos gastar.
Como complemento a este tema, Mercedes Jones, socióloga de la Universidad de San Andrés (UdeSA), hizo saber en entrevista para Gizmodo que es cierto que el dinero aporta al bienestar, dado que ayuda a cubrir necesidades básicas. No obstante, agrega la experta, una vez alcanzado un nivel de ingresos suficiente para una vida cómoda, acumular riqueza deja de tener un impacto significativo en la felicidad.
Es aquí cuando toman sentido los hallazgos del estudio presentado. Pasa que los autores de este trabajo de investigación vieron que quienes gastaban más en donaciones a organizaciones benéficas, o en regalos para sus seres queridos, lograban un estado más positivo que quienes solo se limitaban a su propio consumo.
Sin duda, un tema controversial que nos deja mucho para pensar. ¿Tú qué opinas?